JORNADA TERCERA (FINAL)
CUADRO III
(Sale JUAN.)
JUAN.
Desde que al traidor herí
en el monte, desde que
riñendo con él (porque
llegaron tantos) volví 2425
la espalda, el monte he corrido,
la espesura he penetrado,
y a mi hermana no he encontrado.
En efeto, me he atrevido
a venirme hasta el lugar 2430
y entrar dentro de mi casa,
donde todo lo que pasa
a mi padre he de contar.
Veré lo que me aconseja
que haga, ¡ cielos!, en favor 2435
de mi vida y de mi honor.
(Salen INÉS e ISABEL.)
INÉS.
Tanto sentimiento deja;
que vivir tan afligida
no es vivir, matarte es.
ISABEL.
Pues ¿quién te ha dicho, ¡ay Inés!, 2440
que no aborrezco la vida?
JUAN.
Diré a mi padre... (Aparte. ¡Ay de mí!
¿No es ésta Isabel? Es llano.
Pues ¿qué espero?) (Saca la daga.)
INÉS.
¡Primo!
ISABEL.
¡Hermano!
¿Qué intentas?
JUAN.
Vengar así 2445
la ocasión en que hoy has puesto
mi vida y mi honor.
ISABEL.
Advierte...
JUAN.
Tengo que darte la muerte,
¡viven los cielos!
(Sale CRESPO con algunos villanos.)
CRESPO.
¿Qué es esto?
JUAN.
Es satisfacer, señor, 2450
una injuria, y es vengar
una ofensa y castigar...
CRESPO.
Basta, basta; que es error
que os atreváis a venir...
JUAN.
¿Qué es lo que mirando estoy? 2455
CRESPO.
... delante así de mí hoy,
acabando ahora de herir
en el monte a un capitán.
JUAN.
Señor, si le hice esa ofensa,
que fue en honrada defensa 2460
de tu honor...
CRESPO.
Ea, basta, Juan.
‹Hola, llevadle también
preso.
JUAN.
¿A tu hijo, señor,
tratas con tanto rigor?
CRESPO.
Y aun a mi padre también 2465
con tal rigor le tratara.
(Aparte. Aquesto es asegurar
su vida, y han de pensar
que es la justicia más rara
del mundo.)
JUAN.
Escucha por qué, 2470
habiendo un traidor herido,
a mi hermana he pretendido
matar también.
CRESPO.
Ya lo sé
pero no basta sabello
yo como yo; que ha de ser 2475
como alcalde, y he de hacer
información sobre ello.
Y hasta que conste qué culpa
te resulta del proceso,
tengo de tenerte preso. 2480
(Aparte. Yo le hallaré la disculpa.)
JUAN.
Nadie entender solicita
tu fin, pues, sin honra ya,
prendes a quien te la da,
guardando a quien te la quita. 2485
(Llévanle preso.)
CRESPO.
Isabel, entra a firmar
esta querella que has dado
contra aquel que te ha injuriado.
ISABEL.
¿Tú, que quisiste ocultar
nuestra ofensa, eres agora 2490
quien más trata publicarla?
Pues no consigues vengarla,
consigue el callarla ahora.
CRESPO.
No; ya que, como quisiera,
me quita esta obligación, 2495
satisfacer mi opinión
ha de ser desta manera. (Vase ISABEL.)
Inés, pon ahí esa vara;
que pues por bien no ha querido
ver el caso concluido, 2500
querrá por mal.
DON LOPE.
(Dentro.) Para, para.
CRESPO.
¿Qué es aquesto? ¿Quién, quién hoy
se apea en mi casa así?
Pero,¿quién se ha entrado aquí?
(Salen DON LOPE y SOLDADOS.)
DON LOPE.
¡Oh, Pedro Crespo! Yo soy; 2505
que volviendo a este lugar
de la mitad del camino
(donde me trae, imagino,
un grandísimo pesar),
no era bien ir a apearme 2510
a otra parte, siendo vos
tan mi amigo.
CRESPO.
Guárdeos Dios;
que siempre tratáis de honrarme.
DON LOPE.
Vuestro hijo no ha parecido
por allá.
CRESPO.
Presto sabréis 2515
la ocasión; la que tenéis,
señor, de haberos venido,
me haced merced de contar;
que venís mortal, señor.
DON LOPE.
La desvergüenza es mayor 2520
que se puede imaginar.
Es el mayor desatino
que ningún hombre intentó.
Un soldado me alcanzó
y me dijo en el camino... 2525
Que estoy perdido, os confieso,
de cólera.
CRESPO.
Proseguí.
DON LOPE.
Que un alcaldillo de aquí
al Capitán tiene preso.
Y, ¡voto a Dios!, no he sentido 2530
en toda aquesta jornada
esta pierna excomulgada,
si no es hoy, que me ha impedido
el haber antes llegado
donde el castigo le dé. 2535
¡ Voto a Jesucristo, que
al grande desvergonzado
a palos le he de matar!
CRESPO.
Pues habéis venido en balde,
porque pienso que el alcalde 2540
no se los dejará dar.
DON LOPE.
Pues dárselos sin que deje
dárselos.
CRESPO.
Malo lo veo;
ni que haya en el mundo creo
quien tan mal os aconseje. 2545
¿Sabéis por qué le prendió?
DON LOPE.
No; mas sea lo que fuere,
justicia la parte espere
de mí que también sé yo
degollar, si es necesario. 2550
CRESPO.
Vos no debéis de alcanzar
señor, lo que en un lugar
es un alcalde ordinario.
DON LOPE.
¿Será más de un villanote?
CRESPO.
Un villanote será, 2555
que si cabezudo da
en que ha de darle garrote,
par Dios, se salga con ello.
DON LOPE.
No se saldrá tal, par Dios;
Y Si por ventura vos, 2560
Si sale o no, queréis vello,
decid do vive o no.
CRESPO.
Bien cerca vive de aquí.
DON LOPE.
Pues a decirme vení
quién es el alcalde.
CRESPO.
Yo. 2565
DON LOPE.
¡Voto a Dios, que lo sospecho...!
CRESPO.
¡Voto a Dios, como os lo he dicho!
DON LOPE.
Pues, Crespo, lo dicho, dicho.
CRESPO.
Pues, señor, lo hecho, hecho.
DON LOPE.
Yo por el preso he venido, 2570
y a castigar este exceso.
CRESPO.
Yo acá le tengo preso
por lo que acá ha sucedido.
DON LOPE.
¿Vos sabéis que a servir pasa
al Rey, y soy su juez yo? 2575
CRESPO.
¿Vos sabéis que me robó
a mi hija de mi casa?
DON LOPE.
¿Vos sabéis que mi valor
dueño desta causa ha sido?
CRESPO.
¿Vos sabéis cómo, atrevido, 2580
robó en un monte mi honor?
DON LOPE.
¿Vos sabéis cuánto os prefiere
el cargo que he gobernado?
CRESPO.
¿Vos sabéis que le he rogado
con la paz, y no la quiere? 2585
DON LOPE.
Que os entráis, es bien se arguya,
en otra jurisdicción.
CRESPO.
Él se me entró en mi opinión,
sin ser jurisdicción suya.
DON LOPE.
Yo os sabré satisfacer 2590
obligándome a la paga.
CRESPO.
Jamás pedí a nadie que haga
lo que yo me puedo hacer.
DON LOPE.
Yo me he de llevar el preso.
Ya estoy en ello empeñado. 2595
CRESPO.
Yo por acá he substanciado
el proceso.
DON LOPE.
¿Qué es proceso?
CRESPO.
Unos pliegos de papel
que voy juntando, en razón
de hacer la averiguación 2600
de la causa.
DON LOPE.
Iré por él
a la cárcel.
CRESPO.
No embarazo
que vais; sólo se repare,
que hay orden que al que llegare
le den un arcabuzazo. 2605
DON LOPE.
Como a esas balas estoy
enseñado yo a esperar
Mas no se ha de aventurar
nada en el acción de hoy.
‹Hola, soldado, id volando, 2610
y a todas las compañías
que alojadas estos días
han estado y van marchando
decid que bien ordenadas
lleguen aquí en escuadrones, 2615
con balas en los cañones
y con las cuerdas caladas.
UN SOLDADO.
No fue menester llamar
la gente; que habiendo oído
aquesto que ha sucedido, 2620
se han entrado en el lugar.
DON LOPE.
Pues, ¡voto a Dios!, que he de ver
si me dan el preso o no.
CRESPO.
Pues,¡voto a Dios!, que antes yo
haré lo que se ha hacer. (Éntranse.) 2625
CUADRO IV
(Tocan cajas y dicen dentro:)
DON LOPE.
Ésta es la cárcel, soldados,
adonde está el Capitán;
si no os le dan, al momento
poned fuego y la abrasad,
y si se pone en defensa, 2630
el lugar, todo el lugar.
ESCRIBANO.
Ya, aunque rompan la cárcel,
no le darán libertad.
SOLDADOS.
Mueran aquestos villanos.
CRESPO.
¿Que mueran? Pues qué, ¿ no hay más? 2635
DON LOPE.
Socorro les ha venido.
Romped la cárcel; llegad,
romped la puerta.
(Sale el REY, todos se descubren, y DON LOPE y PEDRO CRESPO.)
REY.
¿Qué es esto?
Pues, ¿desta manera estáis,
viniendo yo?
DON LOPE.
Ésta es, señor, 2640
la mayor temeridad
de un villano, que vio el mundo,
y,¡vive Dios!, que a no entrar
en el lugar tan aprisa,
señor, Vuestra Majestad, 2645
que había de hallar luminarias
puestas por todo el lugar.
REY.
¿Qué ha sucedido?
DON LOPE.
Un alcalde
ha prendido un capitán,
y viniendo yo por él, 2650
no le quieren entregar.
REY.
¿Quién es el alcalde?
CRESPO.
Yo.
REY.
¿Y qué disculpas me dais?
CRESPO.
Este proceso, en que bien
probado el delito está, 2655
digno de muerte, por ser
una doncella robar,
forzarla en un despoblado,
y no quererse casar
con ella, habiendo su padre 2660
rogádole con la paz.
DON LOPE.
Este es el alcalde, y es
su padre.
CRESPO.
No importa en tal
caso, porque si un extraño
se viniera a querellar, 2665
¿ no habría de hacer justicia?
Sí pues ¿qué más se me da
hacer por mi hija lo mismo
que hiciera por los demás?
Fuera de que, como he preso 2670
un hijo mío, es verdad
que no escuchara a mi hija,
pues era la sangre igual.
Mírese si está bien hecha
la causa, miren si hay 2675
quien diga que yo haya hecho
en ella alguna maldad,
si he inducido algún testigo,
si está escrito algo demás
de lo que he dicho, y entonces 2680
me den muerte.
REY.
Bien está
sustanciado; pero vos
no tenéis autoridad
de ejecutar la sentencia
que toca a otro tribunal. 2685
Allá hay justicia, y así
remitid el preso.
CRESPO. Mal
podré, señor, remitirle;
porque como por acá
no hay más que sola una audiencia, 2690
cualquier sentencia que hay,
la ejecuta ella, y así
ésta ejecutada está.
REY.
¿ Qué decís?
CRESPO.
Si no creéis
que es esto, señor, verdad, 2695
volved los ojos, y vedlo.
Aquéste es el Capitán.
(Aparece dado garrote, en una silla, el CAPITÁN.)
REY.
Pues¿cómo así os atrevisteis...?
CRESPO.
Vos habéis dicho que está
bien dada aquesta sentencia: 2700
luego esto no está hecho mal.
REY.
¿El consejo no supiera
la sentencia ejecutar?
CRESPO.
Toda la justicia vuestra
es sólo un cuerpo no más; 2705
si éste tiene muchas manos,
decid, ¿qué más se me da
matar con aquésta un hombre
que estotra había de matar?
Y ¿qué importa errar en lo menos 2710
quien acertó lo de más?
REY.
Pues ya que aquesto sea así,
¿ por qué, como a capitán
y caballero, no hicisteis
degollarle?
CRESPO.
¿Eso dudáis? 2715
Señor, como los hidalgos
viven tan bien por acá,
el verdugo que tenemos
no ha aprendido a degollar.
Y ésa es querella del muerto, 2720
que toca a su autoridad,
y hasta que él mismo se queje,
no les toca a los demás.
REY.
Don Lope, aquesto ya es hecho.
Bien dada la muerte está 2725
que no importa errar lo menos
quien acertó lo de más.
Aquí no quede soldado
alguno, y haced marchar
con brevedad, que me importa 2730
llegar presto a Portugal.
Vos, por alcalde perpetuo
de aquesta villa os quedad.
CRESPO.
Sólo vos a la justicia
tanto supierais honrar. 2735
(Vase el REY y el acompañamiento.)
DON LOPE.
Agradeced al buen tiempo
que llegó Su Majestad.
CRESPO.
Par Dios, aunque no llegara,
no tenía remedio ya.
DON LOPE.
¿No fuera mejor hablarme, 2740
dando el preso, y remediar
el honor de vuestra hija?
CRESPO.
Un convento tiene ya
elegido y tiene esposo
que no mira calidad. 2745
DON LOPE.
Pues, dadme los demás presos.
CRESPO.
Al momento los sacad.
(Vase el ESCRIBANO. Salen REBOLLEDO y la CHISPA.)
DON LOPE.
Vuestro hijo falta, porque
siendo mi soldado ya,
no ha de quedar preso.
CRESPO.
Quiero 2750
también, señor, castigar
el desacato que tuvo
de herir a su capitán;
que aunque es verdad que su honor
a esto le pudo obligar, 2755
de otra manera pudiera.
DON LOPE.
Pedro Crespo, bien está.
Llamadle.
CRESPO.
Ya él está aquí.
(Sale JUAN.)
JUAN.
Las plantas, señor, me dad;
que a ser vuestro esclavo iré. 2760
REBOLLEDO.
Yo no pienso ya cantar
en mi vida.
CHISPA.
Pues yo sí,
cuantas veces a mirar
llegue el pasado instrumento.
CRESPO.
Con que fin el autor da 2765
a esta historia verdadera;
los defectos perdonad.